Hemos aprendido, cómodamente, a mirar el mundo a través de un tul que tamiza la realidad, como si de esta forma, no pudiéramos contaminarnos con lo que vemos, y así dulcificáramos nuestra vida, creando una ilusión de invulnerabilidad, una distancia artificial o una falacia que nos permita vivir sin compromiso…de esta manera, los “otros” están siempre fuera, ajenos y distantes….como si nada tuvieran que ver con un “nosotros”…